Démosle gracias a la madre patria por muchas cosas pero no por la burocracia.  Desde que se aprobó la Ley de Memoria Histórica, en el Consulado General Español de la Habana Vieja, miles de cubanos, nietos de españoles, están actualmente iniciando o ya han terminado los trámites para obtener la ciudadanía española. Algunos quieren irse a trabajar al extranjero un tiempo, otros a vivir permanentemente en Europa, otros sólo desean visitar a los hijos y nietos o simplemente viajar y conocer el mundo más allá del Morro.
Esa oficina es un infierno, pero no solamente por las colas y la larga espera sino también por la atención recibida una vez que te llega el turno de entregar los papeles.

Primero que todo, la persona que solicita la cuidadanía no tiene ciento por ciento claro si todos los papeles que lleva son suficientes ya que a la hora de proporcionar la documentación requerida te pueden preguntar por otro papel legalizado, que no se encuentra indicado en ninguna lista de referencia.

El personal del consulado no está solamente desinformado sino que maltrata a las personas. Y este personal trabajador es cubano!  Cómo si nunca antes hubieran estado en una lenta cola habanera!

El funcionario que no tiene paciencia para trabajar con el público debería estar detrás de un buró de alguna oficina, en donde no tenga que lidiar con la multitud.

En Cuba, todos criticamos el extenso y tedioso proceso que lleva hacer cualquier trámite familiar o laboral, pero parece que para obtener la cuidadanía española el cubano tiene que pasar un doctorado.

El año pasado a mi madre le llegó el día de su cita consular  y antes de entregar sus papeles le dijeron que la planilla de solicitud no era la correcta, que si su madre era española no haría falta entregar su solicitud por la abuela si no que podía hacerlo por la madre. Después de explicar que su madre era cubana – española y que su abuela era la nacida en España le aseguraron que llenara por la madre, pues ya esta era igualmente española.  Un mes después recibió el rechazo de su caso puesto que no había record de que su madre hubiese nacido en España!  Cuando trató de reclamar le aconsejaron que sería mas fácil empezar de nuevo que arreglar el enredo.

Así ruedan las cosas, no hay donde informarse, no hay donde quejarse, no tienes a una cara amigable que te reciba, ni que te represente detrás de esas paredes pues para nada les importa tu expediente y por supuesto, nadie carga con las responsabilidades.