Después de un fin de semana soleado y caluroso ha vuelto el frío a Toronto. Yo que tenía como próxima tarea guardar las botas y sacar las faldas a la calle tendré que atrasar el inicio de “mi primavera” al menos una semana más.

En días como estos, en los que el calor no parece llegar, me pongo a pensar en La Habana y en su buen tiempo. Aunque en estos momentos se andan quejando, porque un ligero frente frío los ha tenido con mangas largas, confirmo que las temperaturas están alrededor de los 22 grados.

No hay dudas de que ese gorrión llamado Nostalgia se te posa más frecuente cuando el día está gris. Un amigo se reía hace unos días pues le decía bromeando que tenía muchos deseos de estar en Cuba pero que me daba terapia pensando en el trato (o el maltrato) aduanal. -“Se le quitan las ganas de ir a Cuba a cualquiera”- le contestaba.

Por ahora me conformo con leer las noticias de Cuba por internet. Los sitios de Havana Times, Café Fuerte y otros blogs han sido, últimamente, una buena fuente de información para mí. Aunque siempre persigo las noticias de la isla grande, a veces tengo que coger un descanso y desconectar de Cuba y de todo lo que se cuenta, por mi propio bienestar mental.

Hoy, por ejemplo, estaba leyendo sobre la gira de Yoanis Sánchez por diferentes países, los insultos y gritos de algunos, no necesariamente cubanos, en las conferencias que ha dado y la opinión de los exiliados en USA y Europa en general. Los videos han mostrado una Yoanis decidida, inteligente y pausada. No todo el mundo tiene que estar de acuerdo conmigo, pero sus respuestas certeras me enorgullecen y me regalan un rayito de luz.

Otros de los comentarios que estaba leyendo esta mañana eran con respecto al viejo tema de los viajes a Cuba. Para muchos de los cubanos que han vivido fuera de su país durante muchos años, la idea de visitar Cuba mientras el sistema sea el mismo es casi una barbaridad. Yo me pregunto cómo esos cubanos aceptan no ver a sus familiares más cercanos! Yo no me siento extasiada con lo que está pasando en la isla, me entristece ver como se desmorona mi ciudad, pero la cara feliz de mi abuela cuando me ve llegar borra todos los malos momentos que el aduanero me pueda hacer pasar. Habría que ver si estando toda mi familia y amigos a mi lado dejaría de ir a La Habana pues ahí todavía estarían mis muertos enterrados y mis primeros 24 años de recuerdos. Si quiero volver a Madrid y a París por los buenos momentos que he pasado en esas ciudades, cómo no querer regresar a mi ciudad natal? Independientemente del gobierno y el estancamiento que tenga mi país actualmente no creo que pueda apartarme de su realidad tan fácilmente.

Por último, otra de las razones por las cuales ya hoy no quiero leer más noticias de Cuba es debido el repetido tema del bloqueo hacia Cuba. Para mí, es inconcebible leer a los propios cubanos justificando y apoyando el embargo. Sinceramente, creo que lo que más ayudaría a cambiar las cosas en Cuba en estos tiempos es la apertura total, no un bloqueo obsoleto que no ha hecho más que probar que no ha servido para nada. Nadie se ha imaginado lo que sucedería en Cuba si de repente miles de ciudadanos americanos llegan y ven la verdadera Cuba? Qué pasaría si este Abuelo Bloqueo cae? Sería un golpe muy duro para ese Abuelo Gobierno que usa el embargo como andador.

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