Saber que uno va a irse
de pronto una mañana
para ese viaje largo
que no se acaba nunca
sin haber caminado
contigo por La Habana.
He ahà a la muerte de perfil.
Otro ángulo de su serenÃsima majestad
es no poder
escribir tu nombre
y el tercero
es la certeza
de que todo esto
me va a pasar.
II
Algo muy grave
es no saber
ningún secreto tuyo,
no verte llorar
no conocer la clave
de tus silencios
y no sentir nunca
como sube desde tus gavetas
el olor de la intimidad.
III
¿Te gustará el jugo de naranja
los jardines, los pájaros
la traumaturgia, los arrabales
las 10 y 42 de la mañana
el azúcar, noviembre, el aire frÃo
volar, convalecer, los hombres feos
el pan y la piedad
los campanarios, Florencia
el litoral, el misterio
de las tres personas
la altura, los sillones
las muñecas de trapo, el vacÃo
asombrarse, Madrid, los eslabones
odiar, enmascararse, el rencor
levitar, las claridades
comprar estrellas, el as de oro
y la pesadumbre? […]
IV
¿Se acordará que en misa
los domingos
yo era el niño
de la corbata azul?
¿Se acordará que yo
le dije que siempre
la iba a recordar
y luego le pregunté
sà tenÃa tiempo
miedo
y noción de la vida?
Yo cumplo mi promesa:
Medio siglo después
Sin motivo aparente
Le recuerdo
Que la recuerdo.
Nada más que la memoria salva.