
¿Puedes venderme el aire que pasa entre tus dedos y te golpea la cara y te despeina? ¿Tal vez podrÃas venderme cinco pesos de viento, o más, quizás venderme una tormenta? ¿Acaso el aire fino me venderÃas, el aire (no todo) que recorre en tu jardÃn corolas y corolas, en tu jardÃn para los pájaros, […]