Mi madre ha regresado a Cuba este fin de semana, después de dos meses juntas. Siento que cualquier cosa que haga por ella no es suficiente para devolverle ni la mitad del amor que siempre me ha dado. La extraño inmensamente, se me queda el alma ahuecada siempre que me despido de ella. Así estaré de perdida hasta que transcurran unos días y me acostumbre a mi rutina de vida anterior. Necesito acomodar mis emociones y vivir del correo, las llamadas y los mensajes que hacen que nuestro puente de comunicación nunca se rompa.

Como he pensado tanto en ella hoy creo que lo más adecuado para esta fecha sería dedicarle la página de mi blog a todas las madres, con un poema del gran Martí…

A MI MADRE   Jose Martí

Madre del alma, madre querida,
Son tus natales, quiero cantar;
Porque mi alma, de amor henchida,
Aunque muy joven, nunca se olvida
De la que vida me hubo de dar.

Pasan los años, vuelan las horas
Que yo a tu lado no siento ir,
Por tus caricias arrobadoras
Y las miradas tan seductoras
Que hacen mi pecho fuerte latir.

A Dios yo pido constantemente
Para mis padres vida inmortal;
Porque es muy grato, sobre la frente
Sentir el roce de un beso ardiente
Que de otra boca nunca es igual.